lunes, 28 de junio de 2010

La jugada maestra del capital

ANÁLISIS | Las mentiras de la crisis económica









El autor, profesor Titular de Derecho Financiero y Tributario de la Universidad de Almería), explica algunas de las mentiras con que se están anunciando los recortes (o "decisiones valientes" en la jerga liberal)



“Ha llegado el momento de tomar ’decisiones valientes’ para salir de la crisis. Hay que recortar los gastos sociales, paralizar la inversión pública, congelar las pensiones, rebajar el sueldo de los funcionarios, abaratar el despido, aumentar la edad de jubilación y subir los impuestos. Todo ello, para ahorrar 65.000 millones de euros y reducir el déficit público del 11,5% al 3%, de aquí al 2013, como exige Europa”. Este es el discurso que se nos quiere imponer. Seguidamente expongo una visión distinta de esta crisis. Para ello, responderé a dos preguntas: 1ª ¿por qué tenemos un déficit público tan elevado? y 2ª ¿es justa la subida de impuestos?Por último, señalaré posibles vías de solución, desde la justicia social.



El alto nivel de endeudamiento de los Estados es consecuencia, en gran medida, de las millonarias ayudas públicas al sistema financiero. Recordemos que España creó un Fondo para la compra de activos bancarios supuestamente “no tóxicos” (50.000 millones €); aprobó el FROB para sufragar los costes de las fusiones e intervenciones de las cajas de ahorros (99.000 millones €) y autorizó avales a las entidades de crédito (227.000 millones €) para garantizar sus operaciones financieras. Todo ello, con la autorización de las instituciones no democráticas (Comisión Europea, Banco Mundial, FMI, Banco de España, etc.) y el voto, casi unánime, del Parlamento español. En total, sin contar los avales, se han aprobado ayudas públicas por importe de 149.000 millones de euros, cifra muy alejada de los 2.300 millones de euros anuales del cheque bebé o los 1.400 millones de euros que supondría la no congelación de las pensiones.
El Tesoro Público no disponía de ese dinero para dárselo a la banca. ¿De dónde ha salido, entonces? Pues de la emisión de Deuda Pública (letras del tesoro, bonos y obligaciones del Estado), que, en definitiva, consiste en pedir dinero prestado. Piénsese que, en los dos últimos años, se ha incrementado la deuda española en circulación en 192.881 millones de euros.
Paralelamente, se nos exige subir la tributación. No obstante, no todos los impuestos son igual de justos. Hay algunos que, por regla general, hacen pagar más a los ricos (los directos, que recaen sobre la obtención de renta y la posesión de patrimonios) y otros que no respetan tanto la capacidad económica (los indirectos, más centrados en el consumo). Pues bien, se están subiendo estos últimos y bajando los primeros, incluso en época de crisis. Mientras han aumentado los impuestos sobre “las gasolinas” y “el tabaco” y se ha incrementado el IVA (sin efecto para las empresas y los ricos que operan con ellas, porque se lo deducen), han bajado el Impuesto sobre Sociedades (por el que tributan las grades empresas y entidades de crédito), se ha suprimido el Impuesto sobre el Patrimonio (que pagaban sólo los ricos), han disminuido el tipo de gravamen a los banqueros y sus familiares, en importantes operaciones, y han creado un régimen fiscal privilegiado para las empresas de alquiler de los grandes patrimonios inmobiliarios (SOCIMI), normalmente en manos bancarias. Además, se ha mantenido la escandalosa tributación de las sociedades de inversión de las grandes fortunas (SICAV) en el 1%, frente al tipo máximo del 43% en el IPRF, que ahora pretenden aumentar algunas Comunidades Autónomas, aunque se trate de una medida dirigida sólo a los asalariados de clase media alta, con escasa capacidad recaudatoria y sin incidencia sobre las ganancias millonarias.
Piénsese que las personas y entidades verdaderamente ricas apenas pagan impuestos, porque tienen su dinero e inversiones en los paraísos fiscales, opacos al fisco. De hecho, el 69 por ciento de las empresas del Ibex 35 opera en estos territorios. Según algunas estimaciones, en estos centros se mueven unos 12 billones de dólares, que generan, a su vez, unos 660 mil millones de beneficios, lo que supone una pérdida de recaudación fiscal de unos 250.000 millones de dólares. Y desde aquí operan los famosos “hedge funds”, responsables del ataque a las economías de la zona euro, como la española.
Llegados a este punto, uno es consciente de la jugada maestra del capital y los mercados financieros. Durante años han obtenido unos beneficios extraordinarios con la especulación de las hipotecas “subprime”, sin pagar casi impuestos, a costa del endeudamiento del sector privado; cuando el sistema se desmorona, consiguen que el Tesoro Público salga a rescatarlos y les mantenga una fiscalidad privilegiada, con la ingenua promesa de reactivar el crédito a las empresas y los ciudadanos a los que tiene asfixiados. Y, por último,aprovechan la debilidad de los Estados, consecuencia del enorme esfuerzo que ha supuesto dicha ayuda, para colocarlos al borde de la quiebra y forzarlos a desmontar lo poco que queda del sistema de bienestar, empobreciendo injustamente a millones de personas, con la complicidad de las mismas instituciones no democráticas que permitieron aumentar el déficit público en beneficio de la banca.
Las posibles soluciones estructurales a esta situación, además de la apuesta de la sociedad civil por la banca ética, deben venir por cuatro vías: 1ª) la lucha efectiva por la desaparición de los paraísos fiscales; 2ª) la aprobación de una regulación de los mercados financieros que impida y obstaculice los ataques especulativos sobre nuestras propias economías, 3ª) el establecimiento de un impuesto que grave las transacciones financieras, en el marco de un sistema tributario justo y 4ª) laasignación redistributiva y eficaz del gasto público. Éstas sí serían verdaderas decisiones “valientes”.
Para finalizar, me referiré a las dos últimas mentiras que está proponiendo la Unión Europea: la creación de un impuesto a los bancos y la implantación de un gravamen a los movimientos financieros. ¡Que no nos engañen más, por favor! La segunda medida nunca se pondrá en marcha, al estar supeditada a la aceptación por todos los Estados, incluidos aquéllos que poseen paraísos fiscales, y la primera no puede calificarse como “tributo”, puesto que su recaudación no estará destinada a sufragar los gastos públicos, sino a la creación de un fondo bancario para rescatar a las entidades financieras en apuros, al no existir ya dinero público que las pueda salvar, una vez que se lo hemos dado todo y nos han dejado en bancarrota.




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sábado, 26 de junio de 2010

TESTO INTERESANTES DE ROSAMAR

"DEBILITANDO A ESPAÑA"
Así se expresa un Imán en una carta a sus fieles. .

HUKFHAS AL

"DEBILITANDO A ESPAÑA"
Traducción del Comunicado Oficial de HUKFHAS AL HIRAHZ.
Debilitando a España debilitaremos a Europa.

España es el país más débil de la Unión Europea. Los españoles son muy dados a la holgazanería y se entregan a todo vicio con prontitud.

La juventud española actual, ya sean hombres o mujeres, son débiles ante la droga y ante la fornicación. Sus mujeres se entregan con facilidad y ellos son adictos a toda clase de vicio.

Ya ni siquiera sienten ánimos patriotas porque hasta sus militares han de ser reclutados en otros países. Ante este panorama tan propicio para nuestros fines es aconsejable insistir en su debilitamiento, bien con la droga que consumen con facilidad y otros vicios denigrantes.

Un vicioso en nuestras manos es el mejor aliado. La droga ha de entrar en España todavía con mayor facilidad y ha de rebajarse de precio para que su consumo sea mayor. A mayor consumo más debilitamiento y a mayor debilitamiento mayor entrega al carecer de la fuerza necesaria para defender sus posesiones.

Hemos de penetrar en esa sociedad caduca, estéril y viciosa pero sin contaminarnos. Nuestros jóvenes no han de caer en la tentación de la hembra española fornicadora.

Hemos de controlarlos para que su moral no se vea resentida por esas viciosas mujeres tan entregadas al pecado. Nuestros jóvenes que llegan a España han de fortalecerse todavía más ante la flaqueza moral y corporal de los españoles y sentir su orgullo de superiores, y nuestro control ha de ser preciso e insistente para que no caduquen.

La enfermedad de todo tipo moral que tiene sumida a esa sociedad débil española es campo propicio para nuestros intereses. Una vez España en nuestras manos la penetración a Europa será más fácil.

España no es ni más ni menos para nosotros que la puerta que se nos abrirá con facilidad. Insistamos en despersonalizar a esa juventud viciosa y consumista dándole lo que quiere y al mejor precio cuando no de regalo.

Esa es nuestra labor y a ella nos entregaremos con todas las fuerzas de nuestro espíritu.

Adelante, hermanos.

Los que ya están dentro y trabajando que perseveren por el bien de nuestra lucha. Los que van llegando que insistan en la labor realizada y que la refuercen y prolonguen."

martes, 8 de junio de 2010

El-precio-simbolico-del-copago/


“Es el momento de hablar serenamente del copago sanitario, anticiparse y abrir ese debate antes de que la Unión Europa lo acabe imponiendo.” -Josep Antoni Duran i Lleida, portavoz de CiU en el Congreso-

Vayan guardando en la hucha la vuelta de las compras, que tal vez tengamos que ir al ambulatorio con suelto en el bolsillo: suena el runrún del copago sanitario como posible reforma en el horizonte. En las últimas semanas hemos oído hablar repetidamente de esta fórmula de financiación, y aunque la ministra de Sanidad sonríe cuando le preguntan, y niega que sea un globo sonda, la experiencia nos dice que cuando el río suena, riada viene.
No sabemos dónde se aplicaría ese copago, si en los medicamentos, en algunas prestaciones, en urgencias, en la consulta del médico de cabecera, o todo a la vez. En cualquier caso, nos insisten, sería una cantidad “simbólica”. Suele salir en los debates la cifra de un euro por visita al médico, con la que pretenden tranquilizarnos: “Ya ves, un eurito de nada, lo que te cuesta un café.” Yo les animo a que usen estrategias comerciales, y en vez de un euro nos cobren 0’99, que siempre parece más barato.
Dicen que, aparte de contribuir a la financiación, serviría para concienciar a la ciudadanía de que la sanidad cuesta dinero, y así hacer un uso más racional. Yo preferiría un esfuerzo educativo, más que nada porque dudo de que nos convenzamos del elevado coste de la sanidad pública a ese precio. Al contrario, recuerda al chiste del mendigo que pide un euro para un bocadillo: qué barato, toma dos y me traes otro para mí.
En lo que sí coincido con los partidarios del copago es en que sería un pago “simbólico”. Sí, y eso es lo más preocupante: pagar por la sanidad acabaría siendo un símbolo de algo mayor. Para ser más exactos, habría que decir “volver a pagar”, pagar dos veces, pues que yo sepa la sanidad ya la financiamos con nuestros impuestos. En vez de copago habría que hablar de repago.
Pero como decía, el eurito por consulta tiene un valor simbólico, sí, pero en otro sentido: por lo que representa a efectos políticos, ya que supone una fractura, por pequeña que parezca, en el modelo de sanidad universal y gratuita. Renunciar a ello abriría la puerta para otras posibles reformas mucho más graves. Y por sólo un euro.
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Isaac Rosa